LOS FANTASMAS DEL  VIEJO CASERÓN

Buenos Aires, Argentina

Fecha de investigación: Septiembre de 2010

Investigación: Liliana Flotta y Eduardo Grosso

Todos los sucesos ocurrieron en una vieja casona de uno de los barrios más populosos de la Ciudad de Buenos Aires.

Ya, desde que la familia se había mudado, comenzaron a manifestarse extraños movimientos, ruidos, pasos, voces y risas que dificultaban la vida normal.

Los integrantes, el matrimonio y cuatro hijos, sentían presencias en algunas de las habitaciones que conforman la vivienda, habiendo éstas muchas veces interrumpido el descanso nocturno.

El padre de familia, fallecido en marzo de 2010, fue quien en principio comenzó a sentir que era de alguna manera asediado por “algo” que habitaba esa casa.  Sentía que lo tocaban o le sacudían las vestimentas. La esposa del hijo mayor temía quedarse sola en su habitación pues las puertas se abrían y cerraban solas y las luces enloquecían apagándose o explotando las lámparas. En uno de esos episodios, advierte que los ventiluces de la habitación que ocupaba con su esposo se abrían y cerraban solos, como si una invisible mano accionara los aparatos colocados a considerable altura.  

Luego de la muerte del padre, los miembros de la familia intuyeron que esos otros habitantes de la casa, los invisibles, eran los responsables de su pérdida, como también de que nunca pudieran completar los arreglos que deseaban hacer en la vivienda.

Ante todos estos sucesos, incomprensibles para ellos, el hijo mayor abandonó la casa con su esposa y su hija, tratando de llevar una vida normal a pesar de los inconvenientes financieros que reportaba el cambio.

Quienes quedaron en la casona, siguieron viviendo las manifestaciones.

Paula, la hija menor, sentía todas las noches que tironeaban de sus pies, despertándola. Cuando encendía la luz, no veía nada, pero al volver la oscuridad, unas manos invisibles la volvían a tomar de sus piernas y brazos. Una noche, fue despertada por un fuerte tirón en sus pies y se vio en el aire dando vueltas, hasta que cayó nuevamente en su cama.

En otra oportunidad, teniendo las luces encendidas mientras escuchaba música y leía, unos niños fantasmales atravesaron la habitación corriendo y riendo, cambiando el dial del aparato de audio que estaba sobre un mueble.

No quedaban dudas que estábamos frente a un caso muy interesante de Poltergeist  (Psicokinesis Espontánea Recurrente), en el que toda la familia participaba y que además, se había recrudecido a partir de la muerte del jefe de familia.

Al visitar la casa, tuvimos oportunidad de observar en las paredes dibujos muy sugestivos: la nietita de los dueños de casa, que vivó en ella hasta los siete años, se dibujó a sí misma envuelta en una burbuja, mientras a su alrededor aparecían unas entidades monstruosas. En otras habitaciones, uno de los hijos varones, había realizado dibujos intrincados, surrealistas, apareciendo su autorretrato con una expresión diabólica.

La familia vive en esa casa desde hace diez años. Es, como lo expresáramos anteriormente, una casa muy vieja, de principios del siglo XX, que ocupa el primer piso de un edificio que pudo haber sido uno de esos antiguos inquilinatos, que ocuparan los inmigrantes europeos de esos tiempos, llegados después de la primera guerra mundial.

Entendemos que todos los habitantes de la casa pudieron haber sido productores de fenómenos paranormales, muchos de ellos debidos a la impregnación que tiene el lugar, en el que confluyen varias familias y que dejaron grabadas sus vivencias. Pero las experiencias más fuertes comenzaron luego de la muerte del  padre, ocurrida en el quirófano donde lo intervenían por afecciones cardíacas. Más aún, ya que sus cenizas se encuentran en un pequeño altar en la habitación del matrimonio.

Los fenómenos paranormales que pudimos advertir fueron:

·        Tiptologías o Raps.

·        Termogénesis

·        Telekinesis

·        Parasismogénesis

·        Apariciones

·        Levitación (probable) de una de las protagonistas

Para la investigación utilizamos detector de campos magnéticos, habiendo constatado estos campos en varias habitaciones, alejados de fuentes eléctricas, lo cual entendemos es el residuo de estas manifestaciones.

En la investigación se hicieron varias fotografías de las estancias y de la productora, para nosotros, de los fenómenos paranormales en esta etapa, pues debemos diferenciar varias desde que la familia reside en la casa.

Obtuvimos una psicofotografía muy interesante en la que aparece la productora envuelta en un velo blanco, del que surgen figuras muy definidas alzando sus manos hacia ella. Nótese en la misma, cómo una de esas manos la toma de su brazo derecho.

Si bien entendemos que la impresión en la foto fue realizada por la protagonista de estos fenómenos, no descartamos que se deba al fenómeno de apariciones por impregnación que puede datar de muy largo tiempo en el lugar.