lunes, 17 de diciembre de 2012

Extraido del Libro Terror Nocturno de Eduardo Grosso y Liliana Flotta


 La encuesta Roper, nuestra experiencia.

         Hace algunos años, precisamente en 1992, el infatigable investigador y director del CEFAE, Alberto Tunich, organizó el Primer Congreso de Ovnilogía de El Palomar, en la Provincia de Buenos Aires.
Este congreso tuvo la singularidad de reunir a casi cincuenta investigadores de la temática, lo que para nuestro país es un hecho con pocos antecedentes.
En dicho congreso fue presentado por el investigador Juan Eduardo Faillá, miembro del Comité de Dirección de la Comisión de Investigaciones Ufológicas  (CIU), y Director para la República Argentina de MUFON (Mutual Ufo Net Work) de EEUU; un trabajo titulado “Las abducciones y el Informe Roper”. Este trabajo, a nuestro juicio el mejor de los presentados en el congreso, nos trajo inquietantes noticias y nuevos interrogantes con respecto a esta realidad.
Con permiso del autor, hemos reproducido algunos párrafos de la brillante exposición: “Durante los últimos 30 años, la comunidad ufológica mundial se ha visto sacudida por un número cada vez más creciente de casos de abducción. Con el correr del tiempo, se han hecho numerosos intentos por explicar el origen y algunas facetas de estas experiencias, a las que muchos investigadores denominan, no sin prejuicios, secuestro ufológico o secuestro a bordo de un ovni. Entre estos intentos cabe mencionar:
1)    El estudio sobre nueve sujetos abducidos patrocinado por la FUFOR (Fondo para el Estudio de los Ovni, USA) y conducido por los investigadores ovni americanos Ted Bloecher, Budd Hopkins y la Dra. A. Clamar.
2)    Los experimentos conducidos por el profesor de ingles A. Lawson, secundado en su tarea por J. De Herrera y el Dr. W. Mc.Call, que dieron por resultado la enunciación de la hipótesis de imaginería perinatal a fin de dar con la clave del fenómeno abducción.
3)    El proyecto Visit, dirigido por el Ing. de la Nasa, John F. Schuessler, en donde se clasificaban los daños o efectos mas frecuentes sufridos por los abducidos y se confeccionaba un retrato robot de la entidad asociada con más frecuencia de estos eventos.
Así, y de la mayoría de los 130 casos sometidos a estudio por el grupo de investigación Proyecto Visit, surgía la descripción de seres de alrededor de 1,20 metros de estatura, calvos, macrocéfalos, y provistos de piel de tonalidad gris-verdosa; que hoy por hoy parecieran que son compañeros casi inseparables de la mayoría de estas traumáticas experiencias, a menos en EEUU.
Recientemente ha sido publicada en los EEUU una nueva obra sobre la materia que, a no dudarlo, contribuirá a aumentar aún más el misterio en torno a los episodios de abducción, y que podría pasar a la historia de los ovnis como uno de los documentos mas controvertidos que se hayan publicado alguna vez en torno a los pretendidos secuestros ufológicos.
Se trata esta vez de un pequeño opúsculo o librito de sólo 64 páginas, que lleva por título Experiencias Personales Inusuales, con un subtítulo que reza así: Un análisis de los datos de tres encuestas nacionales llevadas a cabo por la Organización Roper. La Organización Roper es una de las más respetadas instituciones independientes en lo que a realización de encuestas se refiere, y su cometido con respecto al fenómeno abducción fue el de encuestar a casi 6.000 personas pertenecientes a la población adulta norteamericana, sometiéndolas a un cuestionario de 11 preguntas, cuyo cariz giraba en torno a ciertas experiencias inusuales que podrían o no haber tenido los entrevistados. Uno de los principales autores de los comentarios contenidos en este librito es el inefable Budd Hopkins, pionero absoluto en la divulgación masiva de estos terroríficos encuentros.
Los otros dos autores del Informe Roper han sido el Dr. David Jacobs, Profesor de Historia Contemporánea en la Universidad del Temple (Arizona), y autor de verdaderos hitos ufológicos como La controversia Ovni en América y Vida Secreta, obra ésta última que versa sobre el fenómeno abducción, y el Dr. Ron Westrum, veterana figura de la comunidad ufológica estadounidense, que se desempeña como Profesor de Sociología de la Universidad de Michigan Este.
El Informe Roper, del cual se han distribuido gratuitamente 100.000 copias a distintos profesionales del área de salud, contiene además comentarios adicionales del Dr. John Mack, Profesor de Psiquiatría de la Harvard Medical School, y de John Carpenter, Asistente Social con orientación clínica con base en Springfield (Missouri); los que se han transformado también en personajes relevantes en lo atinente al estudio científico del fenómeno abducción.
El alto costo de estas encuestas e informes fue solventado por Robert Bigelow, un empresario dedicado al negocio de urbanización de bienes raíces y por un segundo benefactor que desea permanecer en el anonimato.
Volviendo a las 11 preguntas del cuestionario al que fueron sometidas las casi 6.000 personas encuestadas, conviene aquí mencionar que 5 de ellas fueron diseñadas por Budd Hopkins y el Dr. David Jacobs con el  fin de proceder a la identificación positiva de abducidos potenciales. La condición para ser admitido al, por así decirlo, selecto grupo de abducidos potenciales consistía en responder con un sí a por lo menos 4 de las 5 preguntas de dicho cuestionario, que eran consideradas clave y que versaban sobre las siguientes experiencias:
A)    Despertarse con una sensación de parálisis y con la sensación de la presencia de una persona o de algo en el dormitorio.
B)    Experimentar un período de tiempo de por lo menos una hora durante el cual dichas personas habían deambulado perdidas, sin poder recordar la causa de ello o donde habían estado durante ese lapso (tiempo perdido).
C)    Sensación de volar o flotar realmente en el aire, sin saber cómo o por qué ocurría este evento.
D)    Observar luces inusuales o bolas de luz en el dormitorio sin saber su origen o de donde provenían.
E)     Hallar cicatrices enigmáticas en su cuerpo, ignorando cómo se habían realizado o qué elementos las habían producido.
Sin duda alguna, se podrían elaborar variadas interpretaciones acerca de los resultados de las encuestas llevadas a cabo por la Organización Roper, pero lo cierto es que algunos de estos resultados han  sido más que sorprendentes, para expresarlo de algún modo.
Asimismo, y de acuerdo con la interpretación efectuada por Hopkins, Jacobs y Westrum sobre los resultados de estas tres encuestas, el 2% de la población adulta norteamericana (esto es: 3.700.000 personas en total) habría tenido una gama de experiencias que, según ellos, sugiere una historia de abducción típica.”
Después de la exposición de Juan Faillá en el Congreso de El Palomar y de tener copia escrita de la misma, nos entusiasmamos con la idea de reproducir la encuesta en nuestro medio. Buscamos antecedentes sobre  trabajos similares en nuestra comunidad ufológica y no los encontramos, aunque sí sabíamos de graves críticas y lejos de alabar, nos pusimos  a trabajar con más ganas que presupuesto y con pronósticos de resultados que después no se cumplieron.
La encuesta Roper poseía 11 preguntas y la nuestra 12, pero manteniendo invariables las 5 preguntas fundamentales. De la misma manera que en EEUU nosotros considerábamos “abducido potencial” a aquella persona que por lo menos contestara sí a 4 de las 5 preguntas principales. Nuestra encuesta era la siguiente:
Nombre y Apellido:
Domicilio:
Teléfono:
Edad:
1)    ¿Alguna vez se despertó durante la noche con sensación de parálisis y con la impresión de la presencia de alguien o algo en su dormitorio?
2)    ¿Experimentó alguna vez la sensación de tener “tiempo perdido”, o sea períodos de por lo menos 1 hora donde le resulta imposible saber que hizo?
3)    ¿Tiene Ud. creencias religiosas?
4)    ¿Tuvo la sensación de volar o estar flotando en el aire, sin saber cómo o por qué ocurría este evento?
5)    ¿Ha manifestado en alguna oportunidad capacidades de Precognición, Clarividencia u otros fenómenos parapsicológicos?
6)    ¿Observó en alguna oportunidad luces inusuales o bolas de luz en el dormitorio sin saber su origen o de donde provenían?
7)    ¿Ha leído libros sobre ocultismo, parapsicología o temas afínes?
8)    ¿Ha hallado cicatrices enigmáticas en su cuerpo, ignorando cómo se habían originado o qué elementos las habían producido?
9)    ¿Durante su infancia tuvo la sensación de ver o percibir alguna aparición de tipo “Mariana”, “Duendes”, “Gnomos”, u otra de naturaleza semejante?
10)           ¿Ha tenido encuentros cercanos con ovnis?
11)           Si la respuesta anterior es positiva, ¿Ha visto a sus tripulantes?
12)           ¿Ha aparecido en su mente algún símbolo o diagrama de manera recurrente, puede dibujarlo?
Las preguntas claves eran: 1-2-4-6-8.
Antes de continuar, tenemos que hacer una aclaración que a posteriori resultaría ser fundamental (por lo menos en éste análisis preliminar):
La Organización Roper hizo su encuesta a través del “timbréo”, con unas pautas bien específicas, en el caso nuestro pudimos acceder a los datos proporcionando los formularios a los asistentes a nuestro Instituto a lo largo de casi un año. Tal vez esto originó un desvío que no deja de resultar interesante. Para nuestra encuesta se contabilizaron 99 personas adultas (edad promedio: 41 años).
Los resultados comparativos con la encuesta Roper, que se exponen a continuación, son los siguientes: (respuestas en %)
Preg. Nro:            Roper                  Nosotros              Referencia tema
1                          18               58                        Pres. de dormitorio
2                          13               41                        Tiempo perdido
4                          10               56                        Sensación de volar
6                          8                 36                        Luces o esferas
8                          8                 10                        Cicatrices

Según  el Informe Roper, 119 personas sobre un total de 5947 contestaron sí a 4 de las 5 preguntas fundamentales, eso nos da un porcentaje del 2% de la población encuestada.
En la encuesta realizada por nosotros el resultado obtenido fue de 12 personas sobre un total de 99; lo que nos da algo más del 12%.
Recordemos que este trabajo fue realizado en 1994.
Indudablemente 99 no es un número elevado de personas como para poder realizar una proyección certera; a priori habíamos determinado que la población encuestada rondaría las 300 personas. La emisión por televisión de "Intrusos” y notas aparecidas en distintas revistas de divulgación sobre secuestros ufológicos nos hizo considerar que de alguna manera nuestros futuros encuestados se encontrarían influidos por estos relatos, lo que motivó que solamente consideráramos los formularios recabados hasta ese momento.
Se puede determinar también que el desvío (importante) producido con respecto a la encuesta Roper,  se debe sin duda a factores psicológicos asociados a los gustos en lecturas y experiencias realizadas por los encuestados (la mayoría alumnos de nuestro instituto en diferentes temáticas relacionadas con el esoterismo), de hecho casi 74% de ellos leen habitualmente sobre Parapsicología o temas afines.
De la misma manera tenemos que indicar que del total un 23% asegura haber tenido experiencias ovni. ¿Es la inclinación hacia estos temas lo que produce este desvío significativo? O por el contrario: ¿Dicha inclinación a estos temas les posibilita reconocer las experiencias anómalas? A esta altura de la investigación no podemos asegurar ninguna de las dos posibilidades.
En Física habitualmente se “renormalizan” ecuaciones cuando empiezan a aparecer demasiados infinitos y el científico intuye que no es el modelo deseado.
Nosotros de alguna manera necesitamos introducir en nuestro sistema de ecuaciones  un factor de corrección. En el caso que nos ocupa tenemos que hacerlo desde un punto cualitativo y no cuantitativo.
Si tomamos por un momento la idea de la “contaminación esotérica”, lo que tenemos que hacer evidentemente es aumentar el grado de selección. Lo que hemos hecho, aunque tal vez sea objetable, es tomar únicamente en consideración aquellos sujetos que hallan contestado “si” a las 5 preguntas claves.
Tenemos así formado un pequeño grupo de 3 personas con las que hemos podido conversar en reiteradas oportunidades. De estos estudios hemos confirmado que 2 de ellas han tenido realmente experiencias con visitantes de dormitorio.
Este valor del 2% es similar al de la encuesta norteamericana.
Las correlaciones que se pueden realizar relacionando las diferentes preguntas son infinitas y de difícil interpretación, no solamente para los ufólogos, también para psiquiatras que se interesen en el tema; estamos conscientes que recién ahora comienza la investigación de escritorio y de “diván”. Pensamos que no podemos realizarla sin la ayuda de los profesionales habilitados para escudriñar los secretos de la mente.
Ultimamente hemos estado considerando si el importante desvío observado entre nuestra encuesta y la Roper, no se deba únicamente al “factor esotérico” como lo habíamos denominado y sí a la casualidad de haber realizado nuestra encuesta en un barrio “elegido”, hablando metafóricamente “haber acampado sobre un hormiguero”. De la misma manera nos hubiera pasado si hubiésemos hecho una encuesta de avistamientos en Victoria (Entre Ríos) o en Capilla del Monte (Córdoba), sin duda los resultados hubieran sido más espectaculares que si lo realizásemos en lugares sin casuística. Creemos firmemente que el fenómeno actúa en zonas determinadas y seleccionadas, donde gran parte de la población, a la postre, son protagonistas.
Ahora podríamos preguntarnos que dicen los escépticos. Como expresa el investigador español Javier Sierra, en un artículo aparecido en la revista Año Cero: “Por regla general los escépticos han decidido desacreditar el fenómeno sin tener en cuenta el aspecto humano del mismo, es decir, que hay miles de personas afectadas por algo, (sean extraterrestres o no) y que requieren de alguna clase de soporte o ayuda. En cualquier caso los argumentos que esgrimen más a menudo son que los abducidos padecen de:
·        Personalidades propensas a la fantasía: Un término no reconocido aún por psiquiatras y psicólogos, acuñado por K. Basterfield al tratar de averiguar si los abducidos tienen tendencia a fantasear superior a la media de la población. En 1992 presentó los resultados de su estudio en el MIT: Negativo.
·        Traumas sexuales reprimidos: Examinadas muestras de abducidos y comparadas con otras de población normal, no existe una especial incidencia de traumas sexuales entre esta clase de sujetos.
·        Síndrome de falsa memoria: Se da sólo en situaciones de alta sugestionabilidad. Las falsas memorias que no son globales sino que afectan únicamente a detalles concretos de un hecho y no a episodios enteros.
·        Síndrome de Munchausen: Fue descripto en 1951 por el Dr. Asher y se refiere a aquellas personas que necesitan contar historias extravagantes para llamar la atención. Desdichadamente para los proponentes de esta hipótesis, un gran porcentaje de los abducidos rehuye la publicidad y Se cumple a rajatabla la aseveración de J. A. Hynek: “Gente ordinaria en circunstancias extraordinarias”. Nunca una frase del “viejo” fue tan categórica y precisa.

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