OVNIS:
ABDUCIDOS POR EXTRATERRESTRES
Por
Lic. Eduardo Grosso
Todos los investigadores que nos hemos
especializado en esa temática conocemos los casos Hill (EEUU), Llanca
(Argentina) y Vilas Boas (Brasil), pero aquí podríamos preguntarnos: ¿Estos son
los primeros casos conocidos mundialmente?
Aparentemente son los
primeros que llegaron al conocimiento del público en general, pero no fueron
los primeros en producirse.
En esta nota nos
adentraremos un poco más en esta temática comenzando con un relato de la
antigüedad.
UN POCO DE HISTORIA
El protagonista es Hans
Bocuhmann y el recordado investigador español Andreas Faber Kaiser nos relata
el caso: “Cuando ya se encontraba de regreso, de noche, y al pasar por el
bosque, percibió de repente un extraño rumor y estrépito. Al principio le había
parecido un zumbido de un enjambre de abejas, pero luego fue como toda una
banda de música. Le embargo el miedo, ya no sabía donde se encontraba ni que le
estaba sucediendo. Perdió el sombrero, guantes y abrigo. Antes de perder el
conocimiento todavía percibió como era alzado por los aires. Fue conducido a un
país desconocido. Dos semanas después se encontraba en Milán, sin saber que le
había acontecido durante el tiempo que estuvo en poder de los duendes”.
Ud. estará seguramente
diciendo: ¡Otro caso de abducción como
tantos! No se enoje, hay una sutil diferencia: Este caso ocurrió el 2 de
Febrero de 1573.
Del análisis del caso
podemos inferir sin ningún lugar a dudas que el fenómeno de abducción se ha
venido produciendo desde la antigüedad. Podemos remontarnos hasta la época de
las narraciones bíblicas y más aún.
Duendes, gnomos, elfos,
silfos, hadas y apariciones marianas tal vez sean sinónimos para lo que hoy llamamos Extraterrestres o
Alienígenas. El lenguaje y las expresiones han cambiado, vivimos inmersos en un
movimiento tecnológico y todo lo describimos de acuerdo a ese parámetro, así
como en la antigüedad se manifestaba de forma “mágica” porque el pensamiento y
el avance científico eran limitados.
Supongamos
por un momento que las naves extraterrestres son reales (de eso personalmente no tengo dudas) y produjeron
secuestros en la antigüedad. ¿Cómo podría aquel hombre relatar su experiencia
en términos que entendieran sus semejantes si no es apelando a elementos
mágicos?
Hoy
nos resulta imposible dictaminar sobre casos ocurridos en la antigüedad, que
conocemos a través de las crónicas, básicamente porque hemos llegado a la
conclusión que es preciso investigar profundamente al testigo además de su
relato.
Sin
embargo estos datos históricos nos sirven como marcos de referencias validos
para el estudio de nuevos casos que como veremos siguen el mismo esquema
básico.
SECUENCIA DE HECHOS COMUNES EN UNA
ABDUCCION:
La uniformidad no
existe, ya hemos visto casos históricos
con desarrollos muy diferentes, sin embargo un estudio estadístico de la
casuística mundial nos marca tendencias que siguen el siguiente esquema:
1-
Generalmente ocurre en zonas
apartadas, casas rurales o vehículos en rutas, donde una o varias luces de
procedencia desconocida mueve el interés del testigo que a pesar del temor,
extrañamente se halla tranquilo, relajado, como si esa luminosidad produjera en
él un estado hipnótico o modificado de conciencia. Tal vez sea lo último que el
testigo recuerde conscientemente hasta
el momento que despierta una vez concluida la experiencia quedando un “tiempo perdido”
imposible de llenar.
2-
Seguidamente, uno o varios seres lo
bajan de su vehículo o de su dormitorio (después nos referiremos a esta variante llamada “visitantes de
dormitorio”), y a través de un haz de luz sólida (recordar el caso Llanca –
Bahía Blanca, Bs. As.) lo conducen al ovni.
3-
Dentro del “aparato” (permítaseme
utilizar este vocablo) es acomodado en un cómodo sillón o puesto sobre una
camilla en una fría habitación circular y acto seguido se le realiza un
exhaustivo análisis médico.
4-
Este análisis incluye generalmente el
uso de largas agujas, sondas, tubos succionadores de fluido y en algunos casos
implantes de pequeños elementos, similares a pequeñas esferas o perdigones,
colocados en nariz, nuca o extremidades. En muchas oportunidades quedan las
marcas. En abducidos femeninos se incluyen relatos de exámenes ginecológicos e
inseminaciones.
5-
Se le hace saber al testigo que han
sido seleccionados desde niños y que se encontrarán en varias oportunidades.
6-
El testigo es abandonado en las
proximidades del lugar de su captura.
7-
Generalmente sufre pesadillas,
problemas psíquicos y secuelas físicas.
En algunos casos escuchan una especie de acople en un oído que identifican con loa señal de sus
captores.
Su vida de alguna manera se ve
transformada.
OTROS CASOS DE ESTUDIO:
Tomemos ahora dos casos
extractados de un artículo del investigador Bertrand Meheust, donde se cumplen
alguno de los puntos mencionados precedentemente.
El primero de ellos
ocurre el 6 de Enero de 1976, alrededor del las 11 de la noche en Kentucky
(EEUU), cuando las tres protagonistas: Mora Stafford, Louis Smith y Elaine
Thomas, viajaban en automóvil hacia la localidad de Liberty. En un primer
momento vieron una extraña luz, creyendo que era un avión, segundos después
perdieron el control del automóvil que se vio bañado de una luminosidad azul,
con un intenso dolor de cabeza terminaron desmayándose y despertaron casi dos
horas después a una decena de kilómetros del origen de su experiencia sin saber
que había pasado en esas horas perdidas.
Aquí queremos poner
énfasis en los problemas físicos y psicológicos que padecieron los testigos
después de su experiencia: Mora Stafford contrajo una conjuntivitis grave y
acto seguido por causas desconocidas perdió ocho kilogramos, Louis Smith
apareció con una marca roja de diez centímetros en el cuello y con problemas
oculares y por último Elaine Thomas, también con problemas oculares perdió
catorce kilogramos en las siguientes semanas.
A veces se quieren
explicar los casos de abducciones apelando únicamente a experiencias creadas
exclusivamente por la mente del testigo. Nos preguntamos: ¿Pueden haber creado estos tres testigos su propia fantasía
y desordenes psicofisiològicos exactos y
correspondientes? Estas tres mujeres norteamericanas recordaban fragmentos de
esa extraña experiencia, por lo que deciden consultar a un psicólogo que
mediante hipnosis regresiva (ya nos referiremos a esta técnica) saca a la luz los recuerdos subconscientes de las
protagonistas.
Según el autor, los
recuerdos fueron coincidentes y verdaderamente escalofriantes. Aparentemente
las tres habrían sido sometidas a distintos exámenes médicos, para los cuales
las protagonistas fueron colocadas sobre algo parecido a mesas de operaciones,
sujetas de manos y piernas y untadas con un líquido caliente y pegajoso (recordemos
el caso Vilas Boas). Como dato significativo y siniestro, a Mora Stafford le
sacaron los ojos colocándoselos nuevamente a continuación.
Los seres responsables
serian los conocidos enanos macrocéfalos, de ojos rasgados, brazos largos y
piel color gris. ¿Muy terrible para ser verdad?
Vayamos al segundo caso:
B. Meheust nos relata el
caso de Megan Elliot (seudónimo), quien el 21 de Agosto de 1980, estaba en casa
de sus padres, visitándolos, con su pequeña hija René, de 18 meses. Megan
decide volver a su casa (100 kms de distancia) porque René estaba sufriendo de
una infección y una erupción cutánea.
Ya en camino, sobre una
ruta desierta, la radio del automóvil comienza a fallar y disminuyó la
intensidad de las luces, en un momento el auto con Megan y René fue
literalmente aspirado por un objeto en forma circular que estaba sobre ellos.
Recuperó el conocimiento
en el interior de su auto que estaba estacionado cerca de su casa. Horas
después recordó lo sucedido.
El coche había penetrado
en una sala brillante donde los dichosos seres pequeños y cabezones le
ordenaron salir del vehículo. Posteriormente
fue sometida a viarios exámenes físicos.
Ya concluida la
experiencia, descubrió una larga cicatriz en su pierna y una extraña marca en
forma de “H” en su espalda; en días posteriores perdió siete kilos. René curo
por completo su infección y la erupción cutánea en 24 horas.
Como hemos visto en
estos ejemplos, las pautas básicas o secuencias comunes en las abducciones se
cumplen bastante fielmente.
ALGO MÁS CERCANO:
En Argentina no somos la
excepción. Quisiera traer a colación un caso muy interesante investigado por
los colegas Dr. Néstor Berlanda (médico psiquiatra) y por el Dr. Juan Acevedo
(psicólogo).
Este caso ocurrió el 10
de febrero de 1995 y tiene ribetes muy interesantes y coincidentes con los
casos antes mencionados. El artículo fue publicado en la Revista “Conozca Más”,
Número 115, Año 1988. He aquí un fragmento de la nota:
El 10 de febrero de 1995, en una ciudad de Río Negro, el señor José A., se
apresta para emprender una excursión de pesca a la Bahía San Blas con su
esposa, Carla, su hijo Julián y un sobrino. Es un largo viaje. Repentinamente,
en las afueras de San Antonio Oeste, sobre la Ruta Nacional nro. 3, José se
siente terriblemente cansado. Habían recorrido poco más de medio kilómetro
desde una estación de servicio; a la derecha de la camioneta podían verse
claramente las luces del Puerto de de San Antonio. José, que nunca acostumbra
estacionar para dormir sobre la banquina, busca un lugar apropiado para hacerlo
en un pequeño claro, entre unos yuyos altos. Cuando él y su mujer despiertan
ella recuerda un extraño sueño: “Unos niños peladitos y de piel brillante, en
medio de una luz, con ojos muy grandes y
oscuros me acarician y me hacen algo en el brazo izquierdo”. De pronto, al
mirar por la ventanilla, José (que despierta con un gran dolor de espalda),
advierte que el lugar donde se encuentra no se parece en nada a aquel donde
estacionaron. Mira el reloj: son las cuatro de la mañana. Arranca, y a poco de
circular ven un cartel con la indicación de “Conesa”. ¡Se hallaba a 90
kilómetros de donde debían estar!
Aún sin salir de su asombro, deciden recalar en una estación de servicio,
allí descubren que el tanque de combustible sigue igual que cuando salieron de
San Antonio. Al mismo tiempo, Carla descubre unas raras señales redondas sobre
su brazo izquierdo. Observa el cuerpo de su hijo Julián y nota en su espalda
dolorida, las mismas señales……
Podríamos relatar
muchísimos casos más, todos muy parecidos, en muchos lugares del mundo
distantes entre sí. Miles de casos con los mismos patrones.
Y la verdad es, aunque
nos cueste creer en este mundo tan pragmático
y materialista que nos ha tocado vivir, estas entidades existen, son reales, están entre nosotros desde hace
mucho, tienen un plan bien definido y que en un futuro cercano seguramente nos
llevaremos una gran sorpresa.
¿Podemos hacer algo?
Seguir investigando y tratar de dilucidar el “como” y los “porqué” de su
accionar.
Hasta la próxima.
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